Un paso adelante
Óleo sobre lienzo (100×65)
Una valiente se quita el velo y camina contracorriente para que las demás la vean. Entonces algunas se vuelven y parecen pensar en unirse a ella. Con este cuadro me gustaría invitar a que nos hagamos la siguiente reflexión: “Para que un cambio eche a andar siempre tiene que haber alguna persona firmemente decidida que dé el primer paso, y para que ese cambio se consolide mucha gente deberá apoyarla para que no dejarla sola”.Oleo sobre lienzo.
El ave Fénix
Técnica mixta (92×60).
El ave Fénix resurge de sus cenizas después de echar raíces firmes en la tierra y superar el miedo a volar. En esta obra están presentes los cuatro elementos: agua, tierra, fuego y el aire que se intuye ayudando al ave a alzar el vuelo. Y la vida lo celebra con una explosión de alegría simbolizada por los fuegos artificiales.
Miedo a la luz
Óleo sobre lienzo (100×100).
Este cuadro representa el miedo al cambio, el miedo a salir de la cueva, a salir de la zona de confort, de ese lugar donde uno se siente relativamente seguro, pero a la vez vacío por dentro.
La parte de mí que no quiere salir es mi lado viejo, el educado en los dogmas de siempre, el programado por las viejas creencias que se hacen fuertes en el inconsciente. Mi niño interior es el que tira de mí hacia la luz, es mi lado nuevo, más consciente, más creativo, más curioso, más entregado a la vida.
Con el culo al aire
Óleo sobre lienzo (81×74).
Este cuadro es una concesión a esa parte de mí que quiere pintar cosas más alegres y menos simbólicas. Y también es un homenaje a todos los seres humano que, como un niño, se atreven a ser auténticos.
Mi sagrado corazón
Óleo sobre lienzo (73×54).
Primero pinté la escultura del Sagrado Corazón de Jesús de Bilbao, Un monumento de 40 metros de altura de los que 10 corresponden a la imagen de Jesús. Después por encima, con veladuras, pinté una imagen que vi en la entrada de una clínica de fisioterapia.
De este cuadro he oído muchas interpretaciones y me han gustado todas, así que prefiero no condicionar al observador. Y que a cada cuál se le despierte su propia explicación.
Luces en el parque
Óleo sobre lienzo (100×73).
Juego de luces y sombras inspirado en una foto que saqué en el parque de Doña Casilda en Bilbao una noche que estaba iluminado para los niños.
Esta obra sirve para ilustrar una frase que me encanta y que repite mucho mi profesora: “En pintura es la sombra la que le da fuerza a la luz”.
No en mi nombre
Técnica mixta (130×97).
Este cuadro lo pinté cuando no dejaban salir al barco Open Arms a rescatar a los migrantes que naufragaban en las pateras. A veces me da la impresión de que nos gustaría construir un muro en el mar para no ver ese drama, porque sacude nuestras conciencias.
Este cuadro es una llamada a buscar soluciones. Aunque ciertamente el problema es muy complejo, no podemos dejar pasar el tiempo como si no ocurriera nada.
Soltar
Técnica mixta.
En el globo se puede poner la intención de soltar todo lo que no nos deja avanzar en nuestra vida: la culpa, el miedo, la enfermedad, la rabia, el afán de perfeccionismo, la soledad, el exceso de responsabilidad… Y al liberarnos de lo que nos frena se abre una ventana a otra dimensión.
Lucha interior
Técnica mixta (48×120).
Este cuadro refleja una lucha interior que antes estaba muy presente en mí y que ahora parece que empieza a perder fuerza. El diálogo incesante en mi cabeza entre dos voces contrarias que repiten frases como las siguientes:
“Hay que ser humilde”. “Hay que brillar”.
“Hay que estar alegre”. “Hay que sacar la mala leche que llevo dentro”.
“Hay que ayudar a los demás”. “Primero soy yo y después también yo”…
Esta lucha agotadora termina por romper el corazón que es la parte más auténtica del ser humano, la que anhela conseguir la reconciliación entre los opuestos, la ansiada paz interior.
Luz bailando con sombra
Óleo sobre lienzo (162×114).
Este cuadro expresa más una esperanza que una realidad. La luz acepta al fin su sombra. La sombra se siente perdonada e integrada. El corazón alcanza un equilibrio que es como el baile entre dos amantes, un equilibrio en constante movimiento. Luz y sombra, masculino y femenino, mente
Armonía entre lo viejo y lo nuevo
Técnica mixta .
Lo nuevo representado por las enormes esculturas de metal de Richard Serra en el Gugenhein. Lo viejo representado por la madera y la piedra. Es de nuevo una metáfora de la vida. Cada uno de nosotros tiene que buscar el equilibrio entre su lado viejo y el lado nuevo.
Reflejo sobre reflejo
Collage (40×80).
Sobre el reflejo del museo Guggenheim en la ría navega un barquito turístico que también tiene su propio reflejo.
Algo se está gestando
Óleo sobre lienzo (100×73).
Este cuadro representa la versión femenina del fresco de la creación de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina. Además de cambiar el sexo de la protagonista (que no es una idea nueva) hay dos detalles relevantes que le dan más significado a la obra:
Desde arriba se le entrega a la mujer un relevo dorado, un relevo que pretende simbolizar el poder. Y es que siento que el verdadero cambio lo van a protagonizar mujeres con genuina esencia femenina. Quizás entonces consigamos acabar con las guerras.La mujer del cuadro está embarazada de poco tiempo. Un cambio importante se está gestando. Algo que después debe crecer, pero que con el paso de unos años puede llegar a ser tan grande que ni siquiera lo llegamos a imaginar.
Interestelar
Óleo sobre lienzo (100×73).
Un viajero espacial avanza hacia un agujero blanco entre tormentas con rayos de todos los colores. Los agujeros blancos del universo expulsan luz, al contrario que los agujeros negros que la absorben. En una esquina del cuadro hay un observador. Para entender mejor este importante detalle recomiendo ver la película Interestelar.
La sombra del árbol
Técnica mixta (100×80).
La sombra de un árbol grande se refleja sobre un talud de tierra como si fueran las enormes raíces de los pequeños árboles secos de arriba. Es otra metáfora sobre la vida. La sombra nos enraiza en el mundo y desde ahí nos alimenta, ayudándonos a crecer aunque nadie parezca darse cuenta.
El cuadro tiene muchas texturas que no se aprecian en la foto. Al contrario que la mayoría de las obras, ésta parece ganar belleza al acercarse a ella y, sin embargo, la pierde al alejarse.
Corazón atrapado
Óleo sobre lienzo (100×81).
El corazón que no quiere juzgar (porque siente que la vida es un equilibrio entre el yin y el yang) se encuentra atrapado en ese mundo tan caótico en el que vive, un mundo con más sombras que luces.
Renacimiento
El Luis que he sido siempre nació el 13 del 12 de 1966. En el Luis que soy ahora está naciendo algo nuevo: una parte de mí que es más creativa, más alegre, más compasiva; el Luis que busca la paz interior, la reconciliación entre los opuestos, la conexión con el corazón. Ese nuevo Luis lo he simbolizado con el Pupy hijo. Esto lo explico mejor en la escultura de los dos Pupies que lleva por título “Evolución”.
Y ahora qué
Collage (65×46).
Esta obra fue mi primera composición propia. Lo cierto es que, en aquel momento me sentí muy orgulloso de ella y eso me dio ánimos para seguir por mi nuevo camino.
La contaminación que generan los países ricos la sufren sobre todo los más pobres. El hambre y la falta de agua son problemas que en vez de arreglarse van cada día a peor. De nuevo no sé cuál es la solución para estos males endémicos, pero algo habrá que hacer. La vida nos lo está pidiendo a gritos.
Paz en mi mundo
Óleo sobre lienzo (100×73).
Esté cuadro lo pinté para ilustrar una poesía que escribí hace tiempo. Ahora me parece que las palabras pegadas en el muro de la casa sobran, que la imagen es muy explícita y no necesita tanta explicación. Pero entonces me gustó así y así he decidido dejarlo.
Además de las palabras, la bandera y la paloma están pegadas. Así que, en rigor, la obra es un collage. Me gusta pegar imágenes. Si están bien integradas creo que, de ese modo, la obra gana fuerza.
Tras los puntos suspensivos de la última frase en el muro vendría lo siguiente: “Y mis bombas, la rabia contenida Incendiaria y reprimida, que todo lo destruye cuando pierdo el control”.
Adjunto la poesía completa por si a alguien le puede interesar.
En mi esfuerzo por ser buena persona evito las discusiones, trago más de lo debido, y al final, cuando el vaso se llena, acabo explotando de mala manera. Me he dado cuenta de que me cuesta mucho poner límites, pero me lo estoy trabajando. Y quería añadir que, aunque no sea un cuadro de especial belleza, yo le tengo mucho cariño porque a mí me ha ayudado a entender una importante lección: Siempre he andado por la vida con la ilusión de poner mi granito de arena para cambiar el mundo. Pero ahora pienso que soy yo el que tiene que cambiar, soy yo el que tiene que aprender a quererse a sí mismo y a lograr la paz interior. Y quizás el único camino para que el mundo mejore es que seamos muchos de nosotros los que apostemos por el cambio interior.
El soñar encadenado
Collage (80×65).
Este cuadro lo pinté pensando en los más pequeños. El niño y el elefante blanco (símbolo de la abundancia) tiran de una polea para rescatar al SOÑAR de sus cadenas. Además, se hace presente “la ciudad de los sueños”. Y bailando entre las nubes aparece la pareja de protagonistas de la película Lalaland. Una película que me gustó mucho porque siento que es un homenaje a las personas que persiguen sus sueños.